jueves, 26 de diciembre de 2013

SAGA VAMPIRE ACADEMY: VAMPIRE ACADEMY (1/6)



Vuelvo a aclarar: voy a separar esta reseña en cuatro puntos: «de qué se trata», «opinión personal», «nota» y «conclusión final». Sólo «opinión personal» tiene spoilers; el resto pueden leerlo sin problemas si no leyeron el libro. Están avisados!

GÉNERO: Aventura, Romance, Suspenso.

AUTOR: Richelle Mead.

PERSONAJE FAVORITO: Cristian, Dimitri.

PERSONAJE ODIADO: Mía.

DE QUÉ SE TRATA:
Rose y Lissa han escapado de la Academia para Vampiros que se encarga de su educación. Lissa es parte de una de las doce familias reales vampíricas, mientras que Rose es una simple guardiana y mejor amiga de Lissa. Cuando Rose siente que Lissa está en peligro inminente, lidera su escape lejos de su hogar para mantenerla a salva.
Pero, luego de un tiempo, son encontradas y devueltas a la Academia. Rose aún siente las ganas de huir, que Lissa no está completamente a salvo allí. Mientras son forzadas a reintegrarse a la vida social del colegio, Rose intenta desentrañar la amenaza de la que han estado huyendo. Y lo que descubra puede ser tanto inesperado como peligroso…

OPINIÓN PERSONAL:
Otro libro que comienzo a leer porque se acerca la película. Si no estoy equivocada, en febrero tendremos VAMPIRE ACADEMY en los cines de Bs As. y una nueva saga llegará para ser furor en los cines.
También he decidido leerlo porque mi amiga y creadora de este blog, Lara, me lo ha recomendado. Así que por una cosa y la otra lo agarré con gran expectativa. Y a pesar que el romance no es mi fuerte, no me ha decepcionado.
Me costó un poco sí comprender y aceptar la sociedad en la que se manejan los personajes del libro. ¿Una realeza vampírica? ¿Un colegio secundario rozando los problemas cotidianos y normales para estas criaturas de la noche? ¿Un grupo de chicas que parecen demasiado humanas a la cabeza de esta historia de seres sobrenaturales?
Debo admitir que me costó digerirlo. Al principio no entendía demasiado ni las posiciones sociales ni los nombres, y me costaba un poco creérmelo. Estoy demasiado acostumbrada a ver historias como Crepúsculo —y no es que admire o siquiera me guste esta saga— o The Vampire Diaries —«Crónicas vampíricas» en algunos países—, donde los vampiros son nocturnos y sobrenaturales y súper-poderosos y atractivos y letales como para verlos en esta faceta casi… común.
Pero en eso radica también la sorpresa de la saga: rompe con el estereotipo. Hay vampiros sensibles a la luz, pero no se queman; una estaca al corazón los mata, pero debe ser de plata, no madera; se alimentan de sangre, pero son moderados y no obtienen ningún placer al beberla; no están totalmente muertos, excepto una raza específica de vampiro; pueden tener hijos, aunque sólo algunas razas; tienen un gobierno, una realeza y una escala social en torno a las familias vampíricas que encaja a la perfección con la escuela secundaria; sólo algunos tienen magia; algunos rozan lo humano, y la mayoría no posee las cualidades extraordinarias de las historias de estos monstruos como súper-velocidad o belleza súper-humana.
Mientras uno aprende como están constituidas las jerarquías, también conocemos a los personajes. Al inicio, sólo tenemos a Rose —hablando en primera persona— y Lissa huyendo de Dios sabe qué cuando son atrapadas por unas personas que al principio parecen ser los malos, las personas de las que ellas están huyendo, y luego resultan ser los buenos, las personas que están buscando protegerlas. Así, de regreso en la Academia, Rose y Lissa se ven separadas, vigiladas y con la ardua labor de reintegrarse al mundo escolar de las apariencias mientras intentan —casi en vano— de mantener los motivos y las circunstancias de su huída en secreto.
Nuevos personajes aparecen para ayudarlas: Cristian y Dimitri que pasarán a ser los intereses románticos de una y otra. Cristian se ganó mi afecto instantáneo, no sólo por ser contradictoria a esta sociedad de apariencias —que encuentro desagradable— sino por ser el personaje más sincero que hay. Dimitri, por otro lado, aunque duro y frío, se nota que tiene mucho amor dentro. Rose y Lissa, por otro lado, me caen bien, pero no logro conectar con ellas. Sí me gusta la faceta dura y siempre-a-punto-de-golpear de Rose, así como la calma y diplomacia de Lissa. Sé que me conectaría más con ellas si no fuera por esa necesidad imperiosa de lucir como diosas y ser el centro de atención que tienen ambas. Sé que eso es un problema mío: no soy una chica que le interese demasiado la coquetería, ni la ropa, ni el maquillaje, ni ser popular. Soy una geek/nerd de la punta del pie a la punta del pelo. Pero sí entiendo que a otras chicas les importe y ahí es donde hago uso de mi finita paciencia para soportar cuando los personajes se desviven por un pintalabios o un par de zapatos.
Volviendo a la historia, el principio trascurre un poco lento, donde se guarda de manera un poco extremista el misterio en torno a la huida de la Academia y los poderes de Lissa. A partir de la segunda mitad del libro, todo se acelera. No sólo por la acción y  la intriga, que está bien medida en sus dosis y te lleva por el libro, sino porque sufrimos varios flashbacks donde finalmente nos enteramos de algunas cosas importantes. Por mi parte, hubiera buscado más armonía en la manera de revelar estos temas, como tirar un poco más de ello en la primera parte, pero igual está aceptable.
Hay algunas cosas que son previsibles, como quién es el responsable de todo —no el responsable en sí pero sí su secuaz. Lo vi venir mucho antes— o los misterios en torno a Lissa. Otras cosas, en cambio, no eran de esperarse y sorprenden, mucho. Me gustó todo lo referente al poder de Lissa y los personajes que habían vivido lo mismo que ella.
Y la historia de amor no es trillada ni vomitiva. Eso es un punto a favor. Totalmente apuesto por ambos romances, en especial el de Lissa. Sé que no es el principal, pero es el que me atrapó de entrada. ¡Punto a favor! Y me alegro que no traten a estas chicas populares con el carácter de una adulta pero con la sexualidad de una niña de diez años: todo está en su medida justa. Dado la sociedad en la que viven y los caracteres de cada una, la sexualidad de ambas está bien proporcionada —aunque, en mi opinión, las experiencias sexuales de cada una deberían invertirse dado las personalidades. Sería más creíble—. Y me agrada ver que Rose no es una idiota compulsiva cuando se enamora y sigue entendiendo el sentido de la responsabilidad ante todo.



CONCLUSIÓN FINAL:
En resumen, a pesar de que VAMPIRE ACADEMY se proclama como un libro de amor, no es lo único que tiene. Al contrario, nunca pierde el eje central que plantea desde el principio, que es una historia de amistad y sacrificio. El amor sucede durante esta historia y, para mí, eso es lo mejor que puede tener una novela. Detesto las historias que te plantean un mundo complicado y lleno de conflictos políticos y sociales para luego perderse en una historia trivial de amor —como el chasco que me llevé con Delirium—.
La trama está bien, los personajes son creíbles, el amor es moderado y verosímil y el suspenso está latente continuamente. A su vez, aunque predecible en algunas partes, hay algunos giros que lo toman a uno por sorpresa. Voto por eso.
A pesar de que a mí me ha costado acostumbrarme a todo él «reyes y príncipes vampiros», sale también un poco fuera de lo común y eso lo hace también interesante. Y con eso declaro que, aunque no inmediatamente, leeré los siguientes para ver cómo continua esta historia.

YO…
LEERÉ EL SIGUIENTE?: Tal vez.
LO COMPRARÉ?: No.
LO RE-LEERÉ?: No.
LO QUEMARÉ?: Nah.
LO EXORCISARÉ?: Nah.

RENOMBRADO COMO: La importancia de ser popular.
TE GUSTARÁ SI LEISTE: Mestiza.

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